Radio Progreso Honduras

La solemnidad de Porfirio “Pepe” Lobo Sosa cuando llama “maestro” a Rafael Leonardo Callejas tiene mucho parecido con la del Jedi Anakin Skywalker que, poseído por la ambición de poder, acepta pasarse al lado oscuro de la fuerza y al dirigirse por primera vez al poderoso Lord Sith le dice: “Maestro”. En los círculos cercanos a Callejas lo identifican con cariño como “dark boy” (muchacho oscuro).

En todo caso, el maestro de Lobo Sosa también es poderoso y siempre piensa en estrategias para dominar la República, como Lord Sith. “Pepe” siendo muy joven como Anakin militó en sectores sociales que soñaron un país justo, donde la dictadura del proletariado concediera las decisiones nacionales al pueblo, pero los compañeros de lucha lo rechazaban porque era pequeño burgués. “Pepe” nunca ha sido pobre: Estaba tan identificado con los pueblos que estudió en la antigua Unión de Países Socialistas Soviéticos (URSS).

Nació en Trujillo, en 1952, curso sus estudios en instituto San Francisco en Comayagüela, graduado de licenciado de Administración de empresas en Miami, fue maestro del Instituto La Fraternidad de Juticalpa, Olancho por 11 años, inició su historia en el política en el Partido Nacional como líder de la juventud nacionalista en 1967, fue gerente de COHDEFOR y en el gobierno de Ricardo Maduro se le adjudicó la secretaría de Seguridad.

Su último período como diputado, fue presidente del Congreso Nacional. Posterior a su período fue candidato a la presidencia, perdiendo contra Zelaya Rosales. Su slogan de la pena de muerte no caló en la conciencia nacional y pidió disculpas por pretender legalizar la pena de muerte.

A su regreso de la URSS, aún sin la formación para luchar contra el mal que requiere un guerrero Jedi, se acercó a los que miraban con codicia la República. Lobo terminó sirviendo al lado oscuro del PN; “Pepe” saltó a la política desde el Movimiento Nacionalista Rafael Callejas (Monarca), que es sinónimo de emperador.

Algunos allegados consideran que Lobo es estudioso y trabajador, para otros es conciliador, porque impone sus criterios a los demás. Hay gente muy cercana que cuestiona la avaricia. “Pepe” es ese tipo de personas que ríen hasta sin motivos, aunque muchos coinciden en que es impulsivo y rencoroso. Contrario a lo que comentan otras personas con las que trata, que describen el perfil sicológico de una persona que tiene la suficiente calma para reflexionar.

Guarda un trato afable con los amigos y es cortés con la mayoría de las personas. Sus estudios en Estados Unidos y en Rusia dejan alguna duda sobre la verdadera línea política del actual candidato a la Presidencia, no obstante ha militado desde siempre en el Partido Nacional, institución de línea conservadora y rural.

“Pepe” es un hombre habilidoso. La conducta de mediador le ha permitido burlar las intrigas y zancadillas en el interior del partido. Siempre se queda con el mandado de los que están en contienda o no se ponen de acuerdo por ambiciones personales desmedidas.

Esa destreza no la olvidan Luis Cosenza, Jorge Carranza y Oswaldo Ramos Soto que, por estar peleándose la presidencia del Congreso Nacional, terminaron en otros puestos o en la llanura del poder. En cambio, “Pepe” que incluso ya se había presentado en la Secretaría de Seguridad de la noche a la mañana, trasladó su oficina al Congreso en el gobierno de Ricardo Maduro. Ya en ese cargo maniobró para que condonaran la deuda agrícola y fue uno de los favorecidos al perdonarse varios millones de lempiras.

Otra experiencia se recuerda cuando doña Nora de Melgar perdió las elecciones, de inmediato “Pepe” emergió como mediador para limar las asperezas entre ella que no perdonaba la traición de la misma gente del partido y la gente que la apoyó de manera incondicional. De esa mediación saltó a presidente del Comité Central del Partido Nacional. Es desde ese puesto que confiere el apoyo a la candidatura de Ricardo Maduro.

“Pepe” Lobo representa a la clase de mayor poder económico de Olancho. Tiene más dinero que el Presidente Manuel Zelaya, pero goza de menos simpatía en la mayoría de olanchanos de estratos medios y bajos.

Aseguran en los ambientes políticos que a “Pepe” nunca se le ocurrió ser aspirante presidencial para las elecciones que perdió contra Zelaya, pero Maduro no tenía un candidato que siguiera la línea impuesta para asegurar después de su mandato “las buenas relaciones” que ha consolidado con grupos económicos de la región.