Radio Progreso Honduras

En los años 80, Billy Joya era uno de los dirigentes principales del 3-36. Cubriendo esta función se convirtió en uno de los principales ejecutores de secuestros, torturas y asesinatos en Honduras, y se le acusó con certeza de al menos once ejecuciones bajo el seudónimo de “Doctor Arranzola”. Este nombre dejó en la mente de cientos de familias, el luto y el dolor que provoca el asesinato de sus familiares, entre los que destacan el secuestro y tortura de seis estudiantes, cuatro de los cuales siguen aún desaparecidos.

El secuestro tuvo lugar el 27 de abril de 1982 en la casa del ayudante del Fiscal General de la República, Rafael Rivera, violando la inmunidad del número dos de la justicia del país, usando métodos de la dictadura argentina. Sí bien no hay pruebas de que Joya Améndola recibiera instrucción en los Estados Unidos, sí las hay de que trabajó en Argentina a las órdenes de uno de los principales represores, Guillermo Suárez Mason, conocido entre otras cosas por ser el principal organizador del secuestro de niños durante la última dictadura. Además obtuvo una beca del ejército hondureño para estudiar en Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet. “Soy victima directa e indirecta de los crímenes de Billy Joya, Alexander Hernández, y todos los asesinos del 3-16, en 1983, nuestro hermano fue asesinado, por ser dirigente sindical.

En 1984 fuimos sacados de nuestra casa en ropa de dormir, vendados y encarcelados. Los asesinos han vuelto, el pueblo está en las calles, ahora mismo fue establecido nuevamente el toque de que-da. ¿Qué espera la comunidad internacional?”, dice Irma De-ras, una sobreviviente de las barbaries de los años ochenta. Billy Joya, no sólo parece tener la inmunidad que este golpe de Estado le ha proporcionado, sino que está cobijado bajo el ala de los máximos representantes de la política corrupta de este país que tanto daño ha dejado en la población.

Fue nombrado ministro asesor de Micheletti, y por lo tanto, podemos asegurar, que esto que vive Honduras es una dictadura, con todas las características de fascista. Es evidente que en Honduras se está comprobando el papel que tienen las oligarquías dominantes en América Latina, las que causaron, provocaron y facilitaron el desarrollo de la doctrina de Seguridad Nacional, que tiñó de sangre, de muertos y desaparecidos y que hoy vuelve a la vida con el fantasma de terror que representa Billy Joya.